PROGRAMAS RADIALES - 10 de Diciembre 2005

03 - 10-12-05 luz+luz   

 

Crisis del imperio-capitalismo y el “diseño inteligente”

 

No fue casual, que con la caída definitiva del bloque socialista se volviera a la reedición de las teorías que han sido definitivamente demostradas como falsas, de que el problema del origen de la vida es un patrimonio de la Fe y no de la Ciencia. No es hasta que el revisionismo contemporáneo carcome los cimientos del primer estado socialista del mundo precipitando su caída, que ese disparate insostenible del llamado “diseño inteligente” para explicar el origen de la vida, se tiene el descaro de reeditar, e incluso hoy, sin ningún tipo de sonrojo, instituciones que se dicen ser científicas, como seria el caso del “Instituto Discovery”, se dediquen a la labor aviesa de, escondidos tras la pantalla de la divulgación científica, a pasar de contrabando toda la superchería idealista anticientífica. Por ejemplo, aquí en el país a través del “cable”, pudimos ver recientemente un documental llamado “Evolución de la evolución”, donde dizque dando datos sobre la evolución humana se termina planteando como inevitable última explicación del origen de la humanidad y la vida su creación por la intervención de un ente inteligente, que es la esencia de lo que han dado en llamar “diseño inteligente”.

El planteamiento del “diseño inteligente” no es nada nuevo ni original, sino la reedición de aquellas teorías hijas de la profunda crisis de ideas que arrastra consigo el capitalismo en su etapa final y última, el imperialismo, como sucedió con el cristianismo, hijo de la profunda crisis en que estaba sumido el esclavismo antiguo que encarnaba el Imperio Romano, como hoy Estados Unidos encarna el imperialismo capitalista.

La llamada teoría del “diseño o designio inteligente” sostiene que la vida en el planeta Tierra y el origen del hombre son el resultado de acciones racionales emprendidas de forma deliberada por uno o más agentes inteligentes. Si bien sus defensores argumentan que se trata de una propuesta científica legítima, capaz de sustentar un programa de investigación metodológicamente riguroso, la mayoría de los científicos considera que el “diseño inteligente” es simplemente una justificación a posteriori de la creencia en un creador absoluto y trascendente (el dios de las religiones monoteístas), en una versión superficialmente secularizada.

El debate, especialmente intenso en Estados Unidos, se ha extendido a otros países por medio de la influencia de las iglesias evangélicas y otros grupos religiosos fundamentalistas. El “diseño inteligente” también se ha convertido en una posición de creciente fuerza en varios países latinoamericanos. Sin embargo, la posición de la Iglesia Católica, mayoritaria en los países de América Latina es la de “respetar” la autonomía de la Ciencia y “respetar” sus hallazgos, situando la discusión, sobre la verdad de las llamadas Escrituras y la justificación de las creencias, en un plano cada vez más filosófico, parapetándose en la metafísica, pero no vaya usted a creer que esto lo hace a cambio de nada o que la hace menos oscurantista o mas tolerante, no, de lo que se trata es de que siendo un consorcio financiero independiente, con vida propia como Estado, aunque se trate de un Estado apócrifo, tiene que cuidar su imagen y tener cierta prudencia  al actuar en el mundo secularizado de hoy porque es al mercado de feligreses de ese mundo secularizado y muchos estados nacionales los que la mantienen en gran medida, como el nuestro a través del Concordato,  cosa que poco pesa sobre las iglesias evangélicas que son apéndices directos, subvencionadas directamente, por el imperialismo norteamericano.

La frase “diseño inteligente”, con esta acepción, fue popularizada por Phillip E. Johnson, un profesor de leyes de la universidad de California en Berkeley, quien también afirma que el VIH (virus de inmunodeficiencia adquirida) no produce el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), al éste utilizarla por primera vez en su libro, publicado en 1991, “Proceso a Darwin”.

La posición de Johnson y la base para el movimiento en apoyo a la creencia sobre el diseño inteligente se sostiene, por un lado, en las limitaciones del naturalismo científico que predomina hoy día en muchos ámbitos científicos y que insiste en desconocer el materialismo dialéctico, y por el otro, precisamente la falta de un baluarte del materialismo dialéctico organizado, como lo fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en tiempos de Stalin.

Y a propósito de que mencionamos lo de naturalista científico, precisemos tal término. Y para ello un ejemplo. Un ejemplo de naturalista científico es el caso de Josef H. Reichholf, a quien hemos mencionado y citado en programas anteriores a propósito de los importantes datos que ofrece en su artículo “La Aparición del Hombre”, donde demuestra que el historiador es un constante deudor de las ciencias naturales, pero, siendo materialista este Reichholf, éste no parte del materialismo dialéctico ni toma en cuenta la ciencia del materialismo histórico, por lo que su demostración de  cómo se produjo la transición al género ''homo'' desde el homínido procedente del tronco común con los actuales monos, es unilateralmente biologista, subestimando o no tomando en cuenta el papel del trabajo, la práctica social del propio hombre en su transformación a ser humano a partir del Homo sapiens, y el estudio de la génesis del hombre no puede reducirse a la investigación de su desarrollo biológico, ya que éste no explica por sí solo la esencia de la transición del antepasado animal al hombre más antiguo.

El cambio cualitativo operado en el proceso de evolución del mundo animal durante la formación del hombre fue descubierto, precisamente por un materialista dialéctico, por Federico Engels, al señalar que al hombre lo separa  del mundo animal su actividad laboral social, es decir, el trabajo en asociación con otros de su misma especie que lleva a cabo con la ayuda de instrumentos de trabajo que él mismo prepara o crea, no que se los da la naturaleza, y esta particularidad del hombre, que habría de desempeñar el papel decisivo en todo su desarrollo, tampoco surgió de golpe, como se ha demostrado que tampoco lo hicieron, los diferentes seres vivos con la aparición de la vida en este planeta, sino que ha sido el resultado de un proceso de muchos miles y millones de años. Pero esto será tema de otro comentario en otra oportunidad.

Los proponentes del diseño inteligente argumentan que el modelo científico de la evolución por selección natural es insuficiente para explicar el origen, la complejidad y la diversidad de la vida, y que el universo está demasiado bien adaptado para las criaturas vivientes, como para pensarse que es así por pura casualidad, ¡qué le parece!, cualquiera se creería que la Ciencia lidia con casualidades, cuando es todo lo contrario.

Los proponentes del “diseño inteligente” no toman partido explícito sobre la identidad del o de los creadores o sobre los medios que utilizaron para diseñar y luego crear la vida, pero, sin embargo, son respaldados por la mayoría de los partidarios de la lectura literal de la Biblia.

La gran mayoría de los científicos e instituciones científicas rechazan, por su parte, las afirmaciones sobre “diseño inteligente” por su falta de base científica. La Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos y otros organismos científicos clasifican el “diseño inteligente” como pseudociencia. A pesar de ello, los movimientos en apoyo del “diseño inteligente” han logrado suscitar una movilización política en Estados Unidos con seguidores, incluidos algunos miembros de las cámaras legislativas, y el propio presidente George W. Bush, que abogan por la inserción del “diseño inteligente” en los programas de educación como teoría alterna a la evolución. Se trata de los mismos sectores que han militado desde hace tiempo, con éxito desigual, por la supresión de la enseñanza de la evolución biológica o por la introducción en paralelo, “con el mismo tiempo”, de la cosmogonía bíblica.

En enero de 2005, en un distrito escolar de Pennsylvania, Estados Unidos, los estudiantes de bachillerato debieron escuchar la lectura de un texto en el que se explica la existencia de teorías alternativas a la evolución, en particular el “diseño inteligente”. Dado el carácter polémico de la decisión, se permitió que los padres solicitaran la no presencia de sus hijos durante la lectura del texto. Algunos profesores de biología se negaron a leer el texto argumentando su falta de base científica o su estrecha relación con el creacionismo.

El movimiento “diseño inteligente” es una campaña organizada con el fin de promover los argumentos del “diseño inteligente” hacia el público en general, especialmente en los Estados Unidos. Está impulsada por el Centro para la Ciencia y la Cultura del Instituto Discovery, y si bien los argumentos del movimiento son seculares, el “diseño inteligente” se asocia con el cristianismo y con el creacionismo.

En respuesta, en junio del 2005, las academias de Ciencias, Ingeniería y Medicina lanzaron un sitio Web donde se trata de aclarar al público que la Teoría de la Evolución no es una teoría más sino la teoría más sustentada que actualmente existe sobre el origen de los seres vivientes.


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