PROGRAMAS RADIALES - 26 de Abril 2006

26-04-06 Luz+Luz

 

“La dominicanidad se hizo sola”

 

Desde todos lados surgen voces revelando las reales y verdaderas actividades de la Iglesia cristiana católica en el país en contra de la dominicanidad, de la nación dominicana, de la sociedad en general y el país dominicanos.

Sin duda alguna, guste o no aceptarlo, aquellos que auguraban al periódico ¡Despertar!, órgano del Partido Comunista de la República Dominicana, Pacoredo, un rotundo fracaso en su justa campaña de crear conciencia y educar al pueblo y el país en torno al carácter parasitario, supersticioso, y de engaño y envilecimiento del ser humano de las religiones, del cristianismo en general y de la Iglesia Católica en particular, reclamando la anulación del Concordato y desenmascarando el papel protagónico en los planes de destruir la nación dominicana a través de la fusión de República Dominicana con Haití de las iglesias cristianas, pero en particular de la Católica, campaña ésta del Pacoredo que de manera sistemática la ha difundido por todo los rincones del país, también, a través de la cadena radial de la “Voz del Pacoredo”, periódico radial patrocinado por este partido, así como por su portal en Internet, campaña con la que “Luz más Luz”, desde un primer momento se solidarizó con ella y la tiene como de primer orden; esos que auguraban el fracaso de esta campaña, esgrimiendo los argumentos más mezquinos y atrasados, han quedado con la cara larga, como se dice en este país.

Esta campaña, no cabe la menor duda, que ha ido rompiendo muchos prejuicios, y cada día son más los que como defensores de la dominicanidad, procedentes de los más diversos estratos sociales de la sociedad dominicana, se suman a ella, comprendiendo que es el único camino expedito para salvar la dominicanidad y la República Dominicana, seriamente amenazadas, como nunca, de hacerlas desaparecer. Por eso hoy acogemos en este programa el artículo publicado en el periódico “Hoy” del viernes 24 de marzo del 2006, por el señor José B. Gautier, bajo el título “La dominicanidad se hizo sola”.

Que se reconozca o no, el hecho de ser parte de esta campaña, es lo de menos, lo importante es que el señor Gautier, pluma en ristre, se ha lanzado a luchar por la dominicanidad rechazando el parasitismo y la extorsión y el chantaje de la Iglesia Católica y los países imperiocapitalistas como los Estados Unidos y la Unión Europea, así como demandando se ponga fin al Concordato, y por eso nosotros le abrimos las puertas y le tomamos de la mano en este interés común, a pesar de que, mientras nosotros reconocemos la validez del materialismo dialéctico e histórico, él se define como anticomunista. Escuchen con atención este el artículo del señor Gautier.

 

“La dominicanidad se hizo sola”

 

“¿Conocerán los ministros católicos de hoy, esos obispos, sacerdotes y curas llegados del Vaticano, de Italia, de Cuba, de Bélgica, de Inglaterra, de España con raíces culturales y de nacionalidades diferentes (muchos de esos países todavía regidos por monarquías y gobernantes absolutos, papas y dictadores terrenales y figuras celestiales de un solo Dios universal con dogmas de fe irrefutables), esos eclesiásticos extranjeros que vienen a dar lecciones en este país sobre solidaridad humana “en un mundo multicultural, sin discriminación, celebremos la diversidad” -conocerán, repito-, el drama histórico y social que constituye la formación del pueblo dominicano?  Claro que no. Ni les importa”.

“¿Sabrán los letrados de Dios cómo y  por qué la República Dominicana es una nación libre e independiente? ¿Sabrán cómo los dominicanos adquirimos nuestra libertad y hoy ejercemos una democracia representativa dentro de un Estado de derecho? ¡El hecho de que no fuimos como nación,- españoles, ni franceses, ni ingleses ni apoyamos la independencia política de los negros esclavos en Haití cuando pasaron por cuchillo a todos los amos explotadores y a los santos sacerdotes de raza blanca!” 

“Quisimos los habitantes del lado Este de la isla ser dominicanos y eso es lo que somos, sin prejuicios raciales entre blancos, mulatos y negros, pero todos dominicanos y eso es lo que  defendemos. Haití, con sobrada razón histórica, se proclamó como República Negra ante las grandes potencias esclavistas de Europa encabezadas por Napoleón Bonaparte, en los estertores de la esclavitud. Todavía ese pequeño país de gente de raza negra sufre las consecuencias de su desafío a las naciones explotadoras de raza blanca, imperdonable atrevimiento anticolonialista y anticlerical”.

“La  esclavitud del hombre y la Encomienda indígena, la compra y venta de seres humanos obligados a trabajar a la fuerza y a la obediencia del látigo y las cadenas, quitó el sentido de vida a millones de seres humanos sometidos por más de trescientos años a increíbles crueldades a nombre de la espada y de la cruz en la isla de Santo Domingo en ese tenebroso período llamado de la colonización, donde fueron sacrificados, asesinados, ahorcados, torturados estos seres humanos, mientras los imperios de España y Francia en juegos de guerra, ganaban o perdían, se cambiaban o cedían, colonias como fichas de ajedrez (tratados de Rynswik, Aranjuez y Basilea) y la Iglesia Católica, indiferente, propagaba su evangelización en muchos casos utilizando las Misiones de los Padres Jesuitas para destruir la milenaria civilización encontrada en la isla”.

“La Iglesia Católica ha sido extraña a ese drama. Esos sacerdotes y curas, en su mayoría extranjeros, que hoy detractan a la superada sociedad dominicana, queriéndole imponer reglas migratorias pro haitianas encontraron, sin la intervención divina, ni de sotanas, toda una nación hecha, construida con muchos sacrificios de vidas y de pobreza”.

“En el largo proceso de formación de la nacionalidad dominicana nunca tuvimos la solidaridad de la Iglesia Católica. La dominicanidad y la haitianidad “no surgieron de un mismo tallo”, según afirma el maestro Peña Batlle”.

“Aquí no hay eslabón perdido en el árbol de la evolución política de ambas naciones. El milagro haitiano es único, pero diferente al dominicano”.

“A pesar de la Encomienda y la esclavitud y del asombroso descubrimiento eclesiástico de la existencia del alma en el cuerpo de los indígenas y los negros (no eran animales), la cristiandad fue un duro castigo para mantener a la población subyugada en las tinieblas y la ignorancia. La Iglesia Católica ha sido una retranca a la libertad y a la democracia del pueblo dominicano. ¡Qué falta ha hecho a este país la educación laica de un Eugenio María de Hostos, para el desarrollo integral del pueblo dominicano en lo económico, político,  social y hasta religioso!”

“Este pueblo ha sufrido solo las agresiones externas. Ahora vemos lo mismo que ayer  cómo la Iglesia Católica pretende el cercenamiento de nuestras posibilidades como país soberano y como nación próspera y civilizada, libre e independiente”.

“Mucha sangre, sudor y lágrimas ha costado lo que es hoy la República Dominicana, para compartirla con los que no han hecho los mismos sacrificios”.

“La Iglesia Católica pretende arrinconar a la sociedad dominicana y a su gobierno en materia migratoria, creando falsas acusaciones y denuncias a nivel internacional. Ponernos entre la espada y la pared. Ese es un juego muy peligroso.

Vamos a defendernos y a luchar con cualquier fuerza y de cualquier forma contra el que pretenda destruir la nacionalidad dominicana”.

“Vamos a iniciar una campaña en contra de los privilegios de que goza la Iglesia Católica en el país,- promover su eliminación,- solicitando a los señores senadores y diputados que forman el Congreso Nacional y al señor Presidente de la República, para que denuncien el Concordato entre el Estado Dominicano y la Iglesia Católica”.

“Lo mismo para que lleven la agresión,- tipo Kosovo en Yugoslavia,- de que somos objeto por esos religiosos con el respaldo de la Unión Europea por ante los foros internacionales, antes de que nos instrumenten un expediente falso acusándonos de terroristas internacionales, violadores de los derechos humanos, por no aceptar a los ilegales haitianos en nuestro territorio y  comiencen a llegar los misiles norteamericanos a masacrarnos. ¡No se rían! ¡Esto va en serio!”

“La dominicanidad se hizo sola, luchando contra toda adversidad. También los dominicanos somos un milagro de Dios con Patria y Libertad”.

 


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