PROGRAMAS RADIALES - 28 de Enero 2006

01 - 28-01-06 luz+luz

 

Los haitianos y bolivianos

 

Mientras los haitianos han preferido dejar que los hayan reducido a la condición de ilotas, es decir, de esclavos envilecidos, que no son iguales a aquellos que siendo esclavos no se deleitan o resignan a tal condición sino que prefieren seguir el camino de la lucha contra esa esclavitud, prestándose, los haitianos, por su condición de esclavos envilecidos, para los más indignos e infames propósitos de los que fungen como sus amos: los consorcios monopolistas de las potencias imperiocapitalistas, como seria destruir la nación dominicana. Y así, mientras, los nacionales haitianos, hoy, actúan como instrumentos del neoliberalismo y de la iglesia cristiana católica, en Bolivia, en cambio, los bolivianos, eligieron presidente un indígena aymara, y éste asume la presidencia de este país sudamericano, bajo una divisa también pero no a favor de la explotación y los explotadores, sino todo lo contrario, bajo la divisa de que los pueblos de América deben acabar con el Estado colonial y el modelo neoliberal,  y este compromiso lo selló con un acto el día antes de ser puesto en posesión de la presidencia en el acto oficial del estado boliviano, con todos los rituales aimaras –bastón de mando, ropa ceremonial, paseo descalzo por las ruinas, acto que reviste la importante de dejar claramente establecido, una vez mas, de que, en América, la lucha por la autoderminación de los pueblos y naciones del continente, en contra del neoliberalismo, por el bienestar económico y social de la población en general, no de las elites como ha sido hasta ahora, y el progreso necesario para que las amplias masas de la población puedan disponer de los avances de la humanidad en su favor, pasa, necesariamente, por la vía de apartar a la iglesia cristiana católica de los asuntos de estado. Responsable directa, ésta iglesia cristiana católica, del exterminio de casi la totalidad de la población indígena que habitaba el continente americano mucho antes de llegar las hordas españolas cristianas, así como de gran parte de los esclavos de raza negra traídos directamente del África por los esclavistas negreros españoles y la iglesia católica, exterminio que se llevó a cabo bajo la divisa de la cristianización la que se impuso a sangre y fuego para servirle a ese colonialismo esclavista principalmente español. En Bolivia, país donde el 62% de la población es indígena de la etnia aymara la cual, esta población indígena, históricamente ha sido marginada, humillada, despreciada, condenada a la exclusión y superexplotada por los mismos amos de ayer y de hoy de los haitianos y de todos los pueblos de América: el colonialismo esclavista en los albores del capitalismo con la iglesia cristiana católica como baluarte, ayer, y el neocolonialismo imperiocapitalista de la fase final y ultima del capitalismo, también con la iglesia cristiana católica como baluarte, hoy, y mientras los haitianos son instrumentos envilecidos de éstos, los bolivianos eligieron presidente con el 53,7 por ciento de votos, cifra inédita en la democracia boliviana, a uno de los suyos, a Evo Morales quien asume la presidencia de ese país llamando a enterrar definitivamente el Estado colonial que aun sojuzga y humilla a los pueblos de América encarnado hoy como ayer en la iglesia católica y  a doblarle el brazo al imperialismo acabando con el modelo neoliberal suyo.

¿Son estos acontecimientos en Bolivia acontecimientos particulares de ese país? Basta darse cuenta cual es el curso de los acontecimientos en la América de hoy, para concluir que lo de Bolivia dado su carácter eminentemente popular, marca con mas precisión, que en lo por venir la lucha de los pueblos y naciones de América, necesariamente, pasa por enfrentar al imperialismo norteamericano y apartar de una vez y por todas a la iglesia cristiana católica de los asuntos de estado.

¿Es la situación dominicana diferente?, qué tenemos nosotros los dominicanos. Tenemos a la iglesia cristiana católica vaticanista conspirando abiertamente en contra de la nación dominicana, pues aspira, una vez consumada la fusión de la nación dominicana y la haitiana, conservar su condición parasitaria del Estado, cuya voracidad insaciable se hace cada día más imposible de sostener a cualquier gobierno surgido del ejercicio del sufragio universal, que como tal se ve en la obligación de respetar ciertos principios propios de un estado de derecho y de invertir cierta cuota en el gasto social: en educación, salud, etc. que hoy la iglesia cristiana católica acapara en detrimento de la población dominicana, si es que ese gobierno no se erige en dictadura fascista desconociendo el estado de derecho. Este parasitismo que la iglesia cristiana católica detenta del Estado dominicano, lo justifica en base al Concordato y sus anexos Vicariato Castrense y Patronato Nacional San Rafael y que una facción de esta iglesia cristiana católica vaticanista, la que encabeza el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, interpreta que este Concordato faculta a esta entidad religiosa, que en realidad actúa como un partido político al inmiscuirse en todos los órdenes de la vida secular, considerarse dueña y señora de la nación dominicana, por lo que se disputa, en particular esta facción, el control y dominio directo por su parte de los destinos de la nación dominicana y que las potencias imperiocapitalistas como los Estados Unidos, la UE y Canadá, tendrían que negociar con el imperio católico vaticanista la incidencia de ellas en ésta su colonia, otorgada como tal por obra y gracia del Concordato. O sea, que el cardenal López Rodríguez no es ningún nacionalista, y sus resabios en contra del actual embajador norteamericano Hans Hertel no son más que la consecuencia de las rebatiñas entre buitres que se disputan la misma víctima.

La condición ésta de parásito estatal, por otro lado, es la aspiración de las sectas cristianas evangélicas que también conspiran contra la nación dominica y a favor de los intereses de los monopolios imperiocapitalistas, sobre todo de los Estados Unidos a los que les sirven como agencias de inteligencia y espionaje, de propaganda y contrainsurgencia directamente.

 Los consorcios monopolistas imperio capitalistas de los Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá, con la fusión de ambas naciones alcanzarían su anhelado objetivo de rebajar a la condición de trabajadores esclavos a todos los trabajadores de la isla y de esta manera obtener aún mayores beneficios a costa de la superexplotación y depauperización que esta condición de trabajo esclavo acarrea, planes para los que se prestan los haitianos, envilecidos como ilotas, una vez que por su insistencia y desprecio a no superar su promiscua condición salvaje propia de su idiosincrasia, han dejado, sin ofrecer resistencia alguna, que su suelo patrio haya sido convertido en lugar no apto para la subsistencia, devastado por la explotación indiscriminada de los consorcios monopolistas imperiocapitalistas incluida la transnacional Iglesia católica Vaticanista de hoy, en la época del imperialismo, y por el coloniaje esclavista cristiano católico desde antes de su conformación como nación; han quedado sin Estado y sin independencia y soberanía al ser invadido su territorio por tropas extranjeras, una vez secuestraran y destituyeran al presidente electo que tenían, Jean B. Aristyde, y desarticularan sus Fuerzas Armadas así como todas las demás instancias estatales.

No obstante, los haitianos se prestan para que los exploten como esclavos, que es en lo que se traduce en la práctica lo que se ha dado en llamar “mano de obra haitiana”, sumisión a la que los dominicanos se resisten ser rebajados y que según los consorcios monopolistas extranjeros y sus voceros como el embajador norteamericano, así como cipayos suyos, dicen que es imprescindible para la vida economía dominicana pero que en realidad para quienes es imprescindible es para ellos que controlan y se benefician de la vida económica dominicana, sobre todo, después que con las recetas neoliberales se privatizara todo el patrimonio económico estatal dominicano. Los haitianos se prestan para que los exploten como esclavos a cambio, como ilotas, de que los dejen depredar la nación dominicana que si le  ha costado muchas luchas y sacrificios a los dominicanos, bajo la divisa de que lo que nada cuesta, hagámosle fiesta. Lo único que mueve a las hordas haitianas, es su obsesión por ver destruida a la nación dominicana.


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