PROGRAMAS RADIALES - 4 de Abril 2007

04-04-07 Luz+Luz

 

Ratzinger inquisidor abanderado de la restauración católica al estilo del Concilio de Trento

 

En 1999, el que hoy es papa de la Iglesia Católica con el nombre de Benedicto XVI, que no cabe duda es éste un nombre francamente imperial, que refleja, que en efecto, nada tiene que ver con la democracia, sino, por el contrario, con lo opuesto a la democracia, con el absolutismo y el despotismo, que es el sistema de gobernar caracterizado por el predominio absoluto y único de la voluntad del monarca, rey o emperador, que está por encima de toda ley, de todo derecho y de toda libertad; iglesia cristiana ésta, la católica, que justamente, tanto hoy como ayer, se ha gobernado a sí misma de manera absolutista y despótica, y de esta misma manera, bajo la autoridad absoluta del papa, quien también gobierna con los mismos métodos y procedimientos autocráticos el Estado Vaticano, que por su parte el rasgo más sobresaliente, es su carácter de Estado artificial que además fuera creado por Benito Mussolini en el 1929 cumpliendo los objetivos de la burguesía imperio-capitalista, tanto europea como del resto del mundo, que decidió usar como arma propia y puesta a su servicio a esta institución básicamente esclavista-feudal, por tanto obsoleta, pero con una inestimable experiencia histórica reaccionaria acumulada en contra de las fuerzas que deben barrer lo viejo y crear lo nuevo, y de este modo, fundando este Estado artificial que es el Vaticano, el imperio-capitalismo lo insertó en el mundo político contemporáneo bajo su mando, el mando del imperialismo.

No obstante, esta Iglesia Católica se autoproclama ser una defensora número uno de la democracia, y se jacta de tal cosa, como lo oímos repetir y repetir a sus obispos y cardenales que son “métese en todo” lo que tiene ver con la vida secular o laica, aquí en el país y en todo el mundo, aunque, paradójicamente, lo que testifican los datos históricos es que la Iglesia Católica ha estado siempre en primera fila, cuando se trata de regímenes dictatoriales, tanto en América como en Europa, tanto en lo concerniente a propiciarlos como a mantener en el poder esas dictaduras desconocedoras, a sangre y fuego, de los más elementales derechos y libertades democráticos, comprometida hasta tal punto, esta Iglesia Católica con tales dictaduras, que muchas de ellas se han considerado, mas bien, dictaduras de la Iglesia Católica en función de ésta actuar como testaferro de las potencias imperio-capitalistas guardándose las espaldas con un peón al servicio suyo que coloca al frente del régimen, como lo sería un Trujillo en República Dominicana, un Pinochet en Chile o un Franco en España, pero todos, eso sí, anticomunistas cien por ciento.

En aquel año de 1999, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, que hoy es el papa Benedicto XVI, ocupaba el cargo de prefecto de la “Congregación para la Doctrina de la Fe”, cuyo nombre completo es “Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe de la Romana y Universal Inquisición” – sí, de esa misma Inquisición criminal a la que se le calculan, mal sumados, unos 9 millones de asesinados entre quemados vivos y torturados y que junto a la esclavitud, hoy, se consideran inconductas propias de bestias y no de seres humanos - , departamento éste de la “Sagrada Congregación de la Inquisición”, que la llamada Iglesia Católica nunca le ha cerrado sus puertas, ni siquiera le ha cambiado el nombre, como tampoco sus acciones delictivas han quedado en el pasado.

Por ejemplo, en esta época en que vivimos, ha sido esta “Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe” la responsable de dirigir y ejecutar todas las acciones y conspiraciones, tan viles y criminales como lo es el asesinato quemando gente y torturándolas, de proteger con la impunidad a todos los pedófilos suyos, que son muchos, si no todos los curas y monjas, porque van desde los curas rasos hasta los obispos y cardenales.

Con todo y contar con la complicidad de la prensa mediática, que ocultó y manipuló cuanto pudo durante años las denuncias constantes de abusos sexuales en contra de niños, sobre todo, cometidos por curas católicos, prensa ésta, por cierto, que gran parte de ella está bajo el control directo de la Iglesia Católica a nivel mundial, han trascendido a la opinión pública casos espeluznantes de estos abusos sexuales, como el de los curas y cardenales de Boston en los Estados Unidos, con el cardenal Bernard Law a la cabeza que protegió infinidad de abusos sexuales, y quien tuvo que renunciar a su obispado en el 2002 ante el revuelo que produjo este escándalo a nivel mundial. No obstante, el entonces papa Wojtyla, Juan Pablo II, o el papa de la CIA, de quien este Law era un colaborador muy estrecho, cuando se vio precisado a  intervenir directamente en el caso, este sumo pontífice absolutista y despótico, que, por cierto, van a incorporar a uno de los negocios que nunca ha parado de producirle grandes utilidades a esta Iglesia Católica, el de los santos, por lo que ya comenzaron a inventarse que está haciendo milagros, lo que hizo fue que se molestó, y lleno de cólera, les llamó la atención, los regañó, como decimos aquí, a los cardenales norteamericanos por haber reconocido públicamente la existencia de abusos sexuales y entregar a la justicia los nombres de los pedófilos culpables, a pesar de que él, a nombre del Vaticano y de manera expresa, había ordenado todo lo contrario: encubrimiento e impunidad.

 

Pontífice al lado de los depredadores pedófilos de la Iglesia Católica

 

Otro de esos casos escandalosos fue el del mejicano Marcial Masiel Degollado, jefe fundador de la “Congregación Legionarios de Cristo”, protegido directamente, también, por el papa Wojtyla o Juan Pablo II y acusado, él y su congregación, no solamente de abuso sexual, sino de depravación y uso de drogas, y a quien, ahora que es un anciano octogenario y después de la muerte del tal Juan Pablo II, ante la presión de la opinión pública mundial y la de las victimas y sus familiares que no se han dejado aplastar ni por la intimidación ni por el desaliento ante la impunidad, solamente se le amonestó, se le hizo pedir perdón y se le prohibió dar misa en público, pero nada de someterlo a la justicia de la sociedad secular y laica, que reclama castigo para los que atentan contra la integridad de sus miembros y la suya propia.

O el caso donde, incluso, está acusado directamente, el hoy papa Benedicto XVI, por conspirar para encubrir el abuso sexual de tres niños por parte de un seminarista colombiano asignado a una iglesia de Houston, Texas, a mediados de 1990, al quedar demostrado, según documentos judiciales, que a través de la “Congregación para la Doctrina de la Fe” que dirigía como su prefecto o jefe el cardenal Joseph Ratzinger, el hoy papa Benedicto XVI, se tejió toda una conspiración para ocultar los crímenes de abuso sexual contra tres niños perpetrados por un seminarista colombiano de apellidos, Patiño Arango, y ayudarlo a eludir la acción de la justicia.

También está el caso, reciente, destapado ahora que Ratzinger es papa, de otro mejicano, Nicolás Aguilar, acusado de abusar sexualmente de 90 niños en los Estados Unidos y en México, acusado junto a los cardenales Norberto Rivera Carrera y Roger Mahony por ambos cardenales encubrirlos, muestra ésta que les estamos presentando, pequeña pero significativa del tipo de actividades delictivas que a través de la llamada “Congregación para la Doctrina de la Fe” la Iglesia Católica canaliza.

 

“Benedicto XVI” en las juventudes hitlerianas

 

También, debemos decir de este papa Joseph Ratzinger, que se le conoce en Europa por el apodo “la rata”, porque es un taimado fascista que ha encubierto con astucia su activa militancia dentro de las juventudes hitlerianas, y que luchó luego en el ejercito alemán nazi al que se enroló durante la II Guerra Mundial, como ferviente católico que era, pues para nadie es un secreto que la Iglesia Católica alentó y trabajó para el ascenso de Hitler al poder y el fascismo nazi en Alemania, como lo hizo con Franco y el fascismo en España, bajo el pretexto siempre de la lucha contra el comunismo, que no ha dejado de ser, el comunismo, una obsesión para la Iglesia Católica desde que Carlos Marx esclareciera el papel histórico-universal del proletariado como creador de la sociedad socialista; este Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, no pudo evitar, hace poco relativamente, que se les vieran sus orejas y hocico de fascista consumado que es, cuando en septiembre del año pasado, 2006, en Alemania, en la universidad de Ratisbona, satanizó, catalogándola de acción terrorista y terrorismo, la heroica lucha de los pueblos árabes contra la guerra de exterminio imperialista que llevan a cabo las potencias imperio-capitalistas con los Estados Unidos a la cabeza en sus territorios, lo que, a su vez, desencadenó todo un tsunami de protestas e indignación en todo el mundo, obligando a este papa a tener que pedir excusas y dar explicaciones; pero no pasó mucho tiempo para que quedara claro el por qué se arriesgó tanto el jefe de esta institución reaccionaria y fascista que se llama Iglesia Católica, que encabeza la lista de apologistas del modelo neoliberal y su globalización al servicio de las potencias imperio-capitalistas que explotan y sojuzgan al mundo.

En esa oportunidad, lo que este Benedicto XVI procuraba con su acción provocadora, era crear una nube de humo, lo cual, hasta cierto punto, no puede decirse que no logró, para que la prensa mediática tuviera la oportunidad, como lo hizo, de hacer pasar desapercibido para el mundo un acontecimiento al que no le podía aplicar la operación silencio como hubieran deseado y acostumbra a poner en práctica, y que consiste en no reseñar tal o cual acontecimiento, hecho u opinión, para crear la falsa idea de que no sucedió, de que no existe o que no tiene mayor importancia o que no se ha dicho, como, por ejemplo, ha denunciado el presidente del gobierno alternativo, en Méjico, Andrés López Obrador le están aplicando a él y su gobierno, a quienes esta prensa mediática mejicana no le publica sus posiciones y opiniones ni reseña sus actividades; o por ejemplo aquí, en el país, desde hace más de 40 años lo ha implementado la prensa mediática criolla contra el Pacoredo, Partido Comunista de la República Dominicana, a quien no le perdona que desde su fundación misma no ha dejado de desenmascararla como tal, como venal y corrupta, pero que, no obstante esta campaña de silencio, esto no ha sido obstáculo para que este partido haya conquistado una incidencia indiscutida en la vida política del país a través de su periódico “¡Despertar!” y su programa de radio “La Voz del Pacoredo”.

Lo que se pretendía ocultar con la bola de humo que produjo este papa Benedicto XVI, era quitarle impacto al hecho de que la movilización mundial de solidaridad y protesta contra la masacre militar en contra del Líbano, que Israel llevara a cabo en julio del año pasado, 2006, por órdenes expresas del gobierno de los Estados Unidos de George W. Bush, logró que una Corte Internacional de Derechos Humanos condenara a Israel por crímenes contra la humanidad, al bombardear ciudades y objetivos civiles como a población inocente con fines de arrasar con la organización armada chiíta Hezbolá, organización patriótica que opera desde territorio libanés y sirio, y que los Estados Unidos e Israel consideran una organización terrorista, pero que es la que ha impedido que, tanto el Líbano como Siria, hayan podido ser invadidos por los Estados Unidos de acuerdo a los planes dirigidos políticamente desde la Casa Blanca por los lobistas George Bush y Dick Chenney, que representan los intereses de petroleras y consorcios de servicios, de fabricación de armas, etc., que manejan contratos millonarios con el Pentágono de los Estados Unidos. Y Benedicto XVI, la rata Ratzinger se prestó para tal infamia porque además le debía una, como se dice, a Bush, ya que el gobierno de Bush le gestionó la impunidad definitiva en relación a la demanda que lo acusa a él, directamente, de conspirar para encubrir prácticas de abuso sexual de que fueron hechos víctimas tres niños por un seminarista colombiano, como ya mencionamos antes. En aquella oportunidad, el subsecretario de Justicia de Estados Unidos, Peter Keisler, señaló que, “como jefe de Estado del Vaticano, Benedicto XVI disfruta de inmunidad” y que permitir que continuara la demanda sería “incompatible con los intereses de política exterior de Estados Unidos”.

Pues bien, en ese año de 1999, en noviembre de ese año, el entonces cardenal, Joseph Ratzinger, el hoy papa, Benedicto XVI, pronunció una conferencia en la Sorbona de París, donde reconocía que toda la sarta de elucubraciones fantásticas que es la llamada verdad religiosa, había sido arrasada desde sus cimientos por la ciencia moderna, la exégesis crítica, y el materialismo y métodos históricos modernos, y que en tal sentido, el cristianismo y el ser cristiano había quedado reducido a una expresión cultural y metafísica de la sensibilidad religiosa en general, producto, según él, de los avatares del origen, que llamó, nuestro, refiriéndose a la cultura europea, aunque, por su parte, la potencia imperiocapitalista organizada políticamente bajo el nombre de Unión Europea, con todo y ser el Vaticano un formidable instrumento de sus fines recolonizadores, de la reacción mundial y de la burguesía imperio-capitalista en particular, para impedir que los pueblos y naciones se rebelen, resistan y se organicen contra la explotación y la expoliación de que son víctimas y causa de todas sus calamidades, atraso y desgracias, esta Unión Europea sigue sosteniendo, y así lo hace constar en su Constitución, por lo menos todavía, que los fundamentos constitutivos de la cultura europea son la cultura greco-romana y el movimiento de la ilustración del siglo XVIII, dejando fuera el cristianismo porque éste no es mas que una apócrifa como fraudulenta interpretación, amén de su carácter retardatario intrínsecamente opuesto a la cultura y su desarrollo, que recurre a la usurpación, a través del fraude y la estafa, haciendo pasar los logros de sus víctimas como propios u originales, en base a la usurpación y manipulación de aspectos y conceptos provenientes de otras culturas como la griega, la romana, la persa, la judía, etc., respecto a las que ha actuado parasitariamente.

 

La búsqueda insaciable de riquezas y del dominio y control de los pueblos y naciones

 

Si ustedes se fijan, es cada vez más notorio el hecho de que los curas y arzobispos, e incluso los pastores evangélicos, no se ocupan tanto ya de si el espíritu santo es dios o no es el mismo jodido ser fantástico ése llamado dios, de si la madre del otro ser mitológico y sincrético llamado Jesucristo era virgen o no, a pesar de que durante siglos miles y millones de seres humanos fueron asesinados por justificar uno o el disparate contrario, o por negarlos todos.

Evidentemente que los avances científicos y culturales, tanto en el campo que tiene que ver con la naturaleza como con aquél que tiene que ver con la sociedad humana, así como la masificación del conocimiento, han reducido a una condición tal de insignificancia todos esos cuentos fantásticos y las supersticiones que giran a su alrededor, que no resisten ni siquiera el razonamiento lógico de un niño de escuela primaria, claro, de una escuela que imparta una educación basada en el apego a la ciencia y a la cultura y que por tanto imparta conocimientos positivos, comprobados y comprobables, lo cual para desgracia de nosotros los dominicanos, no es el caso de los niños dominicanos que desde su primera infancia son víctimas del abuso, que raya en el estupro, y de la tortura con todo el suplicio, de imponerles a estos seres que no pueden defenderse de esa agresión, toda esa basura fantástica y supersticiosa, anticientífica, que es el cristianismo como todas las religiones en general, ya que la educación de la nación dominicana está secuestrada por la Iglesia Católica por obra y gracia de la vigencia del Concordato y sus aditamentos, el Vicariato Castrense y el Patronato Nacional San Rafael, con los que la Iglesia Católica mantiene intervenido el Estado dominicano.

Si bien es verdad que hoy los curas y pastores no se ocupan de otra cosa que no sea de su negocio recubierto bajo la modalidad de falsa filantropía y beneficencia, que son las únicas migajas que accede el modelo neoliberal dejar caer fuera del control directo de sus consorcios monopolistas, y que lo hace, a manera de paga, por los servicios prestados por estos carteles de la droga religiosa; y por eso es que los oyen ustedes, ante todo hablando, no de asuntos religiosos que sería lo que le correspondería, pues siendo representantes y oficiadores religiosos, su papel fundamental y específico debería limitarse a justificar y defender tales inventos y dogmas así como celebrar ritos de adoración a sus deidades, sino que se los oye opinando y trazando pautas sobre democracia, reelección, se oponen a los partidos políticos y a la política, pero actúan como políticos, dizque se preocupan por los pobres, por los enfermos, por los estudiantes y la enseñanza y la educación en general, etc., e incluso, el propio Ratzinger en Aparecida, Brasil, lo dijo claro, cuando expresó que “La caridad es la clave de la acción de la Iglesia Católica”; pero no menos cierto, es que cada vez más el cristianismo y sus sectas van quedando acorralados por el fracaso y la bancarrota al hacérseles cada vez más insostenible la argumentación de toda su retahíla fantástica y falsa sin que ésta no quede evidenciada como una estafa, y por más que se orienten hacia una vertiente puramente del negocio de las caridades y la filantropía, la Iglesia Católica y el cristianismo no pueden dejar de prescindir de esas falacias que son sus instrumentos para llevar a cabo la enajenación, el envilecimiento, el embrutecimiento, la pusilanimidad necesarias e indispensables para transformar, y es su especialidad, un ser que podría ser pensante, en una oveja estúpida y mansa que se deja llevar sin resistencia y hasta gozosa al matadero para que la degüellen.

 

El mito sincrético de Jesús de Nazareth y el papa Ratzinger

 

Como bien consta en el dicho popular, “la ignorancia hace al creyente”, y por eso estamos viendo cómo de un tiempo a esta parte, sobre todo la Iglesia Católica, se ha dado a la tarea de la reinterpretación de una cantidad enorme de estas fábulas de que consta el cristianismo paulinista, todo lo cual se ha puesto a la orden del día. Por ejemplo, el propio Benedicto XVI, ahora, durante la llamada “semana santa” de este año dio a entender que el invento sincrético llamado Jesucristo no es nada original, sino que parte de otro ser mitológico previo, procedente de una secta judía conocida como la de los esenios que practicaba lo que entonces se conocía como el cristianismo nasareista, todo lo que se ha conocido, gracias a los manuscritos del Qumrán, descubiertos en el Mar Muerto, a principios del siglo XX, manuscritos que también cuentan con una lista larguísima de asesinatos tratando de que no se diera a conocer su contenido, y de esta manera no quedara evidenciado ante el mundo, que el cristianismo paulinista ni es original, ni es el único y mucho menos el primero. Como ya esto no puede ser ocultado, comienzan entonces a manipularlo.

Y es en medio de este contexto que se comienza a especular y hacer rejuegos con la expresión Jesús de Nazaret y Jesús el nazareno, de que Jesús no nació en Belén sino en Nazaret, etc. Ya se ha anunciado que este papa Ratzinger pondrá en circulación una obra escrita por él precisamente titulada “Jesús de Nazaret”, que como hemos dicho es una estafa el decirlo, porque Nazaret como poblado, provincia o comunidad no se fundó hasta el siglo VII u VIII de nuestra era,  y en razón de que fue forzoso el hacerlo, el situar esta ciudad, de la que hablan los evangelios, en alguna parte y que a su vez fuera de ubicación distinta a la verdadera ciudad de los nazareanos o esenios o nazareistas, una vez que los peregrinos, que constituyeron la cabeza de playa usada por la Iglesia Católica de su proyecto expansionista y de saqueo al que llamó Cruzada, en número cada vez mayor, querían visitar a Nazaret, y fue así como se las arreglaron para crearla, creando, al mismo tiempo, otro gran negocio o empresa parasitaria suya, de la Iglesia Católica.

 

Las fábulas y dogmas cristianos están de capa caída y en pleno proceso de descalabro

 

Al hacer esta especie de recuento que hemos hecho, se hace casi imprescindible una especie de pasar revista, de manera rápida, pero que nos arroja como balance, que tanto el cristianismo como la Iglesia Católica, y no digamos las cristianas protestantes, porque, desmembradas en decenas de iglesias y sectas independientes, viven como las rémoras de las migajas que se desprenden del gran tiburón, el binomio cristianismo Iglesia Católica, están derrotados y en bancarrota pues todos sus postulados y dogmas no tienen asidero alguno, pero que sin embargo se mantienen en pie porque no se trata tan sólo de una ideología religiosa, sino de toda una instancia con poder político, que tiene como centro mundial el Vaticano; y como señalara un gran revolucionario contemporáneo marxista, Vladímir Ilich Lenin, en un artículo suyo titulado “Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo”, escrito en 1913, el que nos permitiremos parafrasear, “los hombres han sido siempre y seguirán siendo, en política, víctimas necias del engaño de los demás y del propio, mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales los intereses de tales o cuales clases. Los partidarios de reformas y mejoras siempre serán burlados por los defensores de lo viejo y caduco como lo es la Iglesia Católica, mientras no comprendan que toda institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de esta o aquellas clases dominantes. Y para vencer la resistencia de estas clases dominantes, sólo hay un medio: educar y organizar para la lucha a las fuerzas que puedan -y por su situación social, deban- formar la fuerza capaz de barrer lo viejo y crear lo nuevo”.


Al servicio de la ciencia y la cultura

Contra el oscurantismo y el parasitismo

VOLVER A LA PORTADA

Queremos oír sus opiniones

Envíelas al correo electrónico

luzmasluz@luzmasluz.org