12-02-06 luz+luz
El Partido Ustasha y la Iglesia Católica
Durante la II Guerra Mundial,
después de haber hecho colapsar a Yugoslavia, el 11 de abril de
1941, los Nazis instalaron un régimen títere en Croacia encabezado
por Ante Pavelic, terrorista y cabeza de un movimiento
católico-fascista llamado Ustasha. Pavelic y sus seguidores habían
estado exiliados en Italia bajo la protección de Mussolini porque
eran buscados por Francia y Yugoslavia por organizar el asesinato
del Rey Alejandro de Yugoslavia y el Primer Ministro Francés Louis
Barthou.
El Estado que Pavelic establece en
Croacia con la ayuda de sus padrinos Nazis y la IC, (el Estado
Independiente de Croacia), que fue encabezado por su organización el
Partido Ustasha, una organización que combinaba las ideologías
fascistas y católicas de construir una Croacia mediante la limpieza
étnica de sus rivales religiosos, los serbios ortodoxos. Los datos
que les vamos a suministrar a continuación fueron extraídos del
portal de Internet, Herencia Cristiana, Historias de los Grandes
Genocidios, de su capítulo “Soldados de Cristo del siglo XX”: Stepinac
- Santo Patrono del Genocidio.
Pero Continuemos: La
identidad del Estado estaba más basada en afiliación religiosa que
en la etnia en sí, aunque ésta última era la excusa. El fanatismo
católico de Ustasha llegó al colmo de imponer su control mediante
una combinación de conversiones religiosas forzadas, expulsión y
exterminio. En las palabras del propio Ministro de Educación y
Cultura Ustasha Mile Budak:
"La base del Movimiento Ustasha es
la religión. Para las minorías como los serbios, judíos y gitanos
tenemos tres millones de balas. Mataremos parte de los serbios, a
otros los deportaremos y el resto será forzado a aceptar la Religión
Católica Romana. De esta forma la Nueva Croacia se librará de todos
los serbios en su seno para llegar a ser 100% católica en un periodo
de 10 años." (3)
Este sentimiento fue repetido unos
días después por un sacerdote de Udbina, de nombre Mate Mogus:
"Hasta ahora hemos trabajado para
la Fe Católica con el libro de plegarias y la cruz. Ahora ha llegado
la hora de trabajar con el rifle y el revólver." (4)
El régimen se movió rápido
para hacer reales sus amenazas. El enemigo número uno del Ustasha,
la minoría eslava ortodoxa fue perseguida con tal ferocidad que
muchas veces alarmó a sus padrinos Nazis, quienes temían que tal
brutalidad cometida a una minoría tan grande los llevaría a éstas a
aliarse con los Partisanos. El 17 de febrero de 1942, Reinhard
Heydrich, el supervisor inmediato de la Solución Final, conocido por
su falta de sensibilidad, reportó al Reich Führer de la SS Heinrich
Himmler:
"El número de eslavos masacrados
por los croatas de las formas más sádicas son estimados en
300,000.... La realidad es que en Croacia, los serbios que quedan
vivos son aquéllos que se han convertido al catolicismo, a quienes
les es permitido vivir sin ser molestados..Debido a esto es claro
que el estado de tensión serbo-croata es una lucha entre la Iglesia
Católica y la Iglesia Ortodoxa." (5)
Los italianos fascistas
que controlaban una porción de Croacia durante la guerra estaban
horrorizados por los Ustasha y lograron rescatar a un gran número de
judíos y ortodoxos de la persecución Ustasha negándose a extraditar
a los refugiados que llegaban a su zona de control.
Aunque los serbios eran el blanco
principal de la campaña de limpieza étnica de los Ustashas, éstos no
eran los únicos. Acatando las directivas de Hitler y mediante una
cantidad abundante de antisemitismo y racismo local, los Ustashas
cazaron y exterminaron la gran mayoría de los judíos y gitanos del
país.
Mientras parte del horror nazi
yacía en su fría aplicación de los principios de producción en masa
y eficiencia a la "ciencia" del asesinato, los Ustashas elaboraban
el genocidio de una forma más personal y primitiva que se
caracterizaba por el placer personal y sádico de la tortura y la
venganza de magnitud comparable con los peores crímenes de la Edad
Media.
. Deschner describe el horror de
esta manera:
"Las ejecuciones en masa eran
comunes, las víctimas eran degolladas y a veces despedazadas y
muchas veces era común ver pedazos de carne colgadas en carnicerías
con un cartel que decía 'carne humana'. Los crímenes de los alemanes
de la KZ parecían pequeños comparados con las atrocidades cometidas
por los católicos. Los Ustashas adoraban los juegos de tortura que
se convertían en orgías nocturnas que incluían clavar clavos al rojo
vivo debajo de las uñas, ponían sal en las heridas abiertas,
cortaban todas las partes humanas concebibles y competían por el
título de quién era el mejor en degollar sus víctimas. Quemaron
iglesias ortodoxas llenas de gente, empalaron niños en Vlasenika y
Kladany, cortaron narices, orejas y arrancaron ojos. Los italianos
fotografiaron a un Ustasha que tenía dos cadenas de lenguas y ojos
alrededor de su cuello." |