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19-02-06 luzmasluz
¡Libertad inmediata para el juez Tosti!
En tanto los medios informativos
de este país, escritos y televisivos sobre todo; por cierto, todos
los escritos y televisivos bajo el control del Opus Dei, secta
católica llamada la mafia sagrada que encabeza el relanzamiento
actual del integrismo que predomina hoy como estrategia de esta
Iglesia cristiana católica vaticanista, fundamentalismo que
reivindica el que encarnara Ignacio de Loyola tras el Concilio de
Trento, en los hechos, en vez de dar y ofrecer testimonios veraces
de los acontecimientos, a lo que deberían estar obligados, insisten
mañosamente en manipular las noticias, o más aún, no hacer siquiera
mención de ellas, aunque sea de manera distorsionada, según sea su
interés.
Por eso, siendo nuestra convicción
e interés los opuestos a éstos, hemos creído oportuno continuar con
darles a conocer a ustedes, aunque sea en parte, de lo que acontece
en el mundo y la prensa local oculta, acerca de la activa lucha por
la absoluta separación de las religiones y Estados, en contra de la
superchería, la intolerancia y el oscurantismo religiosos, en
particular del cristianismo y la Iglesia cristiana católica, que es
sin lugar a dudas esta Iglesia Católica vaticanista la más
representativa de la religión cristiana a escala mundial y la que
dispone de incalculables recursos tanto económicos, propagandísticos
como coercitivos y represivos de toda índole, incluyendo el crimen,
así como de una estructura estatal que se le reconoce como
soberana, con inmunidad diplomática entre otras garantías, que le
permite incidir directamente hacer negocios a nivel de la economía e
incidir en la geopolítica seculares mundiales, siendo la única
organización religiosa que tiene tal estructura.
Por ejemplo, la International
Humanist and Ethical Union, unión internacional cuyo nombre en
inglés podría traducirse como Unión Internacional Humanista y Ética,
hizo una declaración pública firmada por decenas de asociaciones
dedicadas a la defensa de los derechos humanos en sus diversas
connotaciones, en la que denuncia cómo el juez del tribunal de
Camerino, Italia, Luigi Tosti, fue condenado a siete meses de
prisión y suspendido de sus funciones y tratamiento como juez por un
año por la sección disciplinaria del Consejo Superior de la
Magistratura, instancia a la que apeló el abogado general del
Tribunal de Casación, es decir, el representante dentro del poder
judicial del Gobierno italiano de Silvio Berlusconi, el equivalente,
este abogado, al Procurador General de la República, en este país
República Dominicana, por el único motivo de oponerse este juez a
que en los tribunales de la república italiana, en la que su
Constitución vigente consagra la separación de Iglesia y Estado, se
permita la visualización de símbolos religiosos en dichos
tribunales, como lo sería la cruz o el crucifijo cristiano.
Sin duda posible, se trata de una
flagrante y escandalosa persecución ideológica a favor de la Iglesia
cristiana católica vaticanista que viola la libertad de conciencia y
el principio de laicidad. Sin embargo, ¿han visto ustedes esta
información en alguna prensa de aquí, reseñada por alguna agencia de
prensa local? Claro que no, lo que significa que este silencio
cómplice se constituye en violación al derecho a la información, por
lo menos para nosotros los dominicanos, lo que se suma a la cadena
de violaciones a la libertad de conciencia y al principio de la
laicidad por persecución ideológica: ¿Pero quién está detrás de todo
esto? ¿No es Italia un país capitalista, democrático y laico?
Escuchen lo que reseña la
información, tomada de International Humanist and Ethical Union del
6 de febrero del 2006, y saquen ustedes sus propias conclusiones.
El 15 de agosto del 2005 el papa
Benedicto XVI afirmaba en su homilía: "Es importante que Dios sea
visible en las casas públicas y privadas, que Dios esté presente en
la vida pública, con la presencia de cruces en los establecimientos
públicos."
El 19 de noviembre de 2005,
Benedicto XVI y Silvio Berlusconi, al término "de un intercambio de
opinión sobre las relaciones Iglesia-Estado en Italia", se reafirma
"la voluntad de colaboración de las dos partes en el marco del
Tratado de Letrán".
El 18 de noviembre de 2005, el
juez Luigi Tosti, de 57 años, es condenado por el tribunal de
Aquila, localidad situada a un centenar de kilómetros de Roma, a
siete meses de prisión y un año de suspensión. ¿Su crimen? El juez
se niega a hacer justicia en presencia de señales religiosas en la
sala de audiencia del tribunal.
El juez se apoya para su demanda
en la Constitución republicana del 27 de diciembre de 1947, vigente,
que establece que todos los ciudadanos "son iguales ante la ley, sin
distinción de sexo, raza, lengua, de religión" (Artículo 3). Sin
embargo, en este país, Italia, una circular (que no es siquiera una
ley votada por un Congreso) del Ministro mussolinista fascista,
Rocco, que data de 1926 y que no ha sido derogada después por
ninguno de los gobiernos sucesivos, ordena que crucifijos deben ser
visibles en los tribunales italianos. Y esta circular que
contraviene la Constitución, que es la ley fundamental de la
organización de un Estado, es la que se ha usado para condenar al
juez italiano.
Y agrega la información: Italia
sigue en efecto viviendo bajo el régimen del Tratado de Letrán y del
Concordato firmado el 11 de febrero de 1929 entre el Vaticano e
Italia, representada por Benito Mussolini, jefe del Gobierno en esa
ocasión. En 1984, el Presidente del Consejo, el
socialdemócrata-téngase en cuenta que socialdemócrata en la política
contemporánea es sinónimo de traidor a los pueblos y naciones, y el
socialdemócrata se caracteriza por su sumisión genuflexa ante los
planes e intereses de los consorcios monopolistas internacionales y
su postración a la Iglesia Católica sin ser socialcristianos, como
actuó Peña Gómez en República Dominicana a favor de la fusión con
Haití, propósito perseguido por los consorcios monopolistas
imperiocapitalistas internacionales y de los que la Iglesia
cristiana católica es su principal promotor, que acarrearía, de
producirse, inevitablemente la destrucción de la nación dominicana;
o Felipe González, en España, quien no sólo pasó a representar y ser
socio de sectores del capital financiero internacional que hicieron
entre ellos un nuevo reparto de la España post franquista y que fue
quien adaptó el Concordato de España con el Vaticano a los nuevos
tiempos después del fin de la dictadura de Franco-, pues bien, el
Presidente del Consejo, el socialdemócrata Bettino Craxi (de los
amigos blancos de verdad de Peña Gómez, así los llamaba él) renovó
también el Concordato con el Vaticano: y aunque ciertamente el culto
católico no es ya religión de Estado en Italia tampoco se han
derogado las leyes fascistas de Mussolini quien firmara ese
Concordato italiano, así como el Tratado de Letrán con el que se
creó el Estado Vaticano y se le entregó a éste una suma millonaria
en oro, de manera que la moderna opulencia del Vaticano se cimenta
en la generosidad de Benito Mussolini, como afirma David Yallop. Se
trata así, según los términos del Cardenal Tauran, de una separación
de las Iglesias y del Estado "coordinada", que reconoce es opuesta
"a la separación pura y simple", en la cual "las confesiones
religiosas están excluidas del derecho privado (los EE.UU,
Francia)". En otras palabras, Tauran de manera desparpajada reconoce
que no existe la tal separación Iglesia-Estado italianos, que se
trata de un mamotreto que se corresponde con el carácter de imperio
“andrajoso”, como definiera Lenin a Italia.
Finalmente, las asociaciones
firmantes demandan la inmediata puesta en libertad del juez Tosti y
su reintegración inmediata a su función de juez, y hacen un llamado
a todas las asociaciones democráticas del mundo, a las de los
humanistas, a las de los
laicos, de los racionalistas y librepensadores de todos los
continentes para que se unan a esta demanda como parte de la lucha
por la libertad absoluta de conciencia garantizada por la separación
de las religiones y Estados, firmando esta declaración que ya
recogió más de 2,500 firmas y dirigiendo cada una de ellas por
separado una petición particular en tal sentido, en nombre de su
asociación propia, al jefe del Gobierno italiano cuya dirección
electrónica es:
BERLUSCONI_S@camera.it
Nosotros, por nuestra parte, como
Sociedad Cultural del Materialismo Dialéctico e Histórico, Luz+Luz,
con registro certificado en la Oficina Nacional de Propiedad
Industrial, en virtud del artículo 113 de la ley número 20-00, nos
solidarizamos con esta demanda y la hacemos extensiva a todos
ustedes, y la hacemos pública también para que los comités y
asociaciones dominicanos que se dicen defensores de los derechos
humanos, como el Comité de los Derechos Humanos Dominicanos, no
argumenten desconocimiento y fijen posición al respecto, que aquí en
este país, República Dominicana, tenemos por delante pendiente una
lucha parecida, pues la República Dominicana es un Estado soberano e
independiente y laico según consagra su Constitución vigente, y el
Concordato firmado por Trujillo con el papa de Hitler Pío XII a
nombre de la IC, está claro que, además de ser un acuerdo ilegal e
ilegítimo, es contrapuesto en su contenido al de la Constitución
dominicana, pues en su espíritu y letra es opuesto a la soberanía
nacional, a la independencia estatal y su laicidad y a la libertad
de culto, y ninguna Nación y Estado pueden transigir con quienes ni
con lo que cuestiona su derecho a la existencia misma, así como los
derechos individuales de sus ciudadanos. Por eso Iglesia
Católica-Concordato, por un lado, y Nación-Estado dominicanos, por
el otro, no son, definitivamente, compatibles, como sucede en todo
el mundo contemporáneo de hoy. |